El 16 de enero de 2017 falleció el conocido activista ecologista y defensor de los derechos humanos Isido Baldenegro López, a consecuencia de las lesiones provocadas por el impacto de una bala el día anterior. Ocurrió en el municipio de Coloradas de la Virgen en el sur de la Sierra Tarahumara, uno de los municipios con la tasa más alta de crímenes de violencia en México.

Desde hace muchos años, la Alianza Sierra Madre apoya a los pueblos indígenas de Coloradas de la Virgen en su lucha por sus derechos territoriales contra las autoridades locales. El precio es alto: Desde 1973, en Coloradas de la Virgen han sido asesinados once líderes indígenas por sicarios de los cárteles. La Alianza prosigue firmemente con su trabajo – ¡y nosotros la apoyamos!
Isidro Baldenegro nació en Coloradas de la Virgen. Más de 850 tarahumaras viven en esta comunidad, en unas cincuenta rancherías. Solo una pequeña parte de la tierra agrícola de la comunidad es reconocida como territorio indígena. Grandes partes de la comunidad – entre ellas las valiosas áreas forestales, fueron declaradas ejido, es decir territorio estatal que se deja a los pobladores para su uso. Sin embargo, cultivar las tierras ejidales solo les es permitido a las personas registradas como ejidatarios. Algunos políticos locales corruptos manipularon los registros de tal manera que los miembros de la comunidad indígena nunca se han podido inscribir.
La población indígena de Coloradas de la Virgen lleva décadas luchando por sus derechos territoriales ante los tribunales de justicia. Además se opone a la tala de los bosques, después de que en 2007 la agencia medioambiental del Estado le otorgara a la comunidad de Coloradas de la Virgen, y con ello a las autoridades locales corruptas, una licencia para la tala. El conflicto data desde el año 1992. De vez en cuando los tribunales dictan sentencias a favor de una parte y a veces a favor de la otra. Esto representa un problema para estas autoridades locales porque el conflicto obstaculiza los negocios lucrativos de la industria maderera que, a su vez, tiene nexos con los cárteles de drogas. Estos últimos no tienen escrúpulos en utilizar la violencia y el homicidio para conseguir sus fines.
Isidro Baldenegro había estado involucrado durante muchos años en la lucha de los pueblos indígenas por sus derechos territoriales. En 2003 fue detenido y acusado injustamente de posesión de drogas y tenencia de armas. Debido a la presión internacional – también Amnesty International intercedió a su favor– el Fiscal General retiró los cargos contra el acusado, y tuvieron que dejar libre a Isidro Baldenegro. En 2005 ganó el prestigioso premio Goldman Prize por su empeño en la conservación de los bosques de su tierra natal. Finalmente se vio obligado a vivir fuera de la comunidad de Coloradas de la Virgen, tras haber recibido amenazas masivas. En enero de 2017 volvió a su lugar de origen para visitar a una tía suya que estaba enferma. Fue herido de un disparo y murió. El asesino, Romeo Rubio Martínez, cometió el crimen públicamente. La policía mexicana y la justicia, ¿lo responsabilizarán por el asesinato?

EllenSchriek@korima.de
Hans-WalterSchmuhl@uni-bielefeld.de